
Cada día vemos cómo la historia de los escape room cambia con cada nueva generación de salas que abren. Los jugadores ya no solo buscan abrir los máximos candados en menos de una hora. Quieren vivir una experiencia completa. Inmersiva.
Así que las salas han incluido el atrezo como el segundo pilar de la construcción de un escape. Pero hay algo que nos molesta a todos durante el juego. El silencio. Y aquí entra en juego el papel de la música de fondo de un escape room.
La tensión del momento
Piensa en cualquier escena del cine de terror. Ese momento en el que el monstruo está a punto de alcanzar al protagonista. De fondo se escucha una música de tensión y llegamos a agarrarnos al sofá o taparnos con una manta. Tememos incluso que el malo nos coja a nosotros. Esto se consigue también en un escape room.
Vale, no es imprescindible para el funcionamiento de un puzle. Tampoco es que si no suena una música de fondo, la sala no vale la pena. Pero, como en las películas, puedes hacer que los protagonistas de la sala consigan sumergirse por completo en la trama.
Debes entender que si la sala es de terror, tendrás un hilo con música de tensión, bajita. Lo suficiente como para que si se escucha cualquier ruido al otro lado de la habitación los jugadores se acobarden. Lo mismo con una de detectives e investigadores. Una música en la charla inicial como Misión Imposible hará que se activen, que se sientan verdaderos espías.
Acompaña su camino
No confundamos “música” con “molestar al jugador”. Si el volumen es demasiado alto, quien esté dentro de la habitación sentirá que no puede ni escuchar sus pensamientos. Debe ser algo que el jugador asocie con la sala y sienta que está en sintonía con el momento en el que se encuentra. La música acompaña y ayuda a vivir el momento.
Los efectos de sonido también son importantes. Si suena una campanita como la de una recepción dentro de un submarino ruso… creo que el jugador acaba de perder la inmersión. Ahora tienes al alcance muchos recursos gratuitos para poder imitar una frecuencia alienígena o una voz de ultratumba. ¡Todo suma!
Música, maestro
Haz pruebas de músicas variadas. Añade algo de ritmo a la sala y notarás cómo los jugadores sienten que se vive de otra manera la experiencia.
De este modo podemos hacer que los jugadores vayan más rápido hacia el final con una música movida llena de acordes rápidos y punteos de guitarra frenéticos.
O incluso con efectos de sonido. ¿Hay un derrumbe? Que suene por los altavoces cómo unas rocas empiezan a caer.
¿Has encontrado alguna sala que te haya atrapado con su música?
¡Sé el protagonista!
En Conundroom sabemos que la música es esencial para que paséis un buen rato. Así que reúne a tu equipo, que el primer acorde del caso de Mr. Ascott ya ha sonado. ¡Te necesitamos!